Hay muchas preguntas que se repiten.
Y la más común es:
¿Qué quieren hacer ustedes como Mama Tungurahua?
Bueno se nos ocurren muchas cosas, entre ellas obtener un negocio 100% rentable ¿Quién no desea esto?
Sin desechar este objetivo, otro interés primordial es contribuir a fortalecer la comunidad ecuatoriana de consumo responsable.
Tratamos de conjugar la parte social y ambiental y obviamente la económica. Pero, palabras van y vienen, mejor ponemos un ejemplo: nuestra Crema en barra aguacate y oliva.
Los ecuatorianos conocemos de tradición la cajita de nogada. Dulce característico de Ibarra, dicen que antes en cada casa había un árbol de nogal ¡Que fantástico ¡Acostumbrados a ver las cajitas redondas de madera en escaparates, tiendas, quioscos no le veíamos nada fuera de lo común! Hasta que conocimos su origen, en la ciudad de Ambato, y a toda una familia de artesanos que tradicionalmente se dedican a su elaboración.
Con sencillez y mucha generosidad nos demostraron sus habilidades. Llegan al alma. Entendimos que un dulce tradicional y su empaque va más allá de la satisfacción de degustarlo.
Y la cajita de nogada se transformó en el empaque de la crema.
Apoyar la economía local y sostener lo elaborado a mano, no tiene precio ¡
Hemos llegado a consumidores que habían olvidado o no conocían este empaque tradicional. Increíble, ¿no?
Repotenciamos el uso de un empaque, que siempre fue biodegradable pero no lo veíamos como tal.
A veces la costumbre es más fuerte que el amor. El amor al consumo consciente¡¡