¡Gran maestro Don Carlo ¡“insiste en pensar desde lo bueno lo sano y lo justo”
Carlo Pertini es periodista de profesión y un salvador del mundo de corazón. Lo que comenzó como una protesta contra la comida rápida en Italia, fue la génesis de toda una filosofía de vida: el movimiento Slow Food . Al inicio fue solo una oda al disfrute de la comida fresca, casera y tranquila. Luego lógicamente se extendió. Ya que no podría existir el uno sin el otro: uso de alimentos sanos, ecológicos, orgánicos, defender la biodiversidad, consumo sostenible y responsable. Además de querer salvaguardar el patrimonio alimentario de la humanidad y la cultura gastronómica de cada país.
La primera analogía que se me viene a la cabeza es la maravilla de los conciertos acústicos. Es que es así. ¿Quieres algo auténtico? Debe tomar su tiempo hacerlo, ser lo más natural posible. Con absoluto respeto a ti y por consiguiente al medio ambiente. Y así nace el arte, el arte de lo genuino. Aplica a toda actividad humana.
La industria cosmética se ha desarrollado alrededor de los tres cuidados primordiales para la piel: limpiar, proteger e hidratar. Lamentablemente en algún punto hubo un desvió y ahora el principal interés de esta industria es solamente vender. Felizmente en Bélgica en el año 2013 aparece el movimiento: SLOW COSMETIQUE fundado por consumidores conscientes.
La clave es saber elegir juiciosamente. ¿Cómo guiarse? Te damos dos sugerencias: primero ten presente siempre las tres necesidades básicas de la piel y luego guíate por los cuatro pilares del movimiento de la SLOW COSMETIQUE.
El primer pilar es el ECOLÓGICO “respeta el medio ambiente. Preferirá los ingredientes naturales y biológicos poco transformados en sus fórmulas, excluyendo todo ingrediente procedente de la química de síntesis, de la petroquímica, de la industria plástica, así como todo ingrediente potencialmente contaminante para el medio ambiente o para el organismo. Se esfuerza en minimizar su impacto ecológico en todos sus campos de acción sin excepción, privilegiando los ciclos cortos, los intercambios a nivel local y la opción “cero basura”. Se centra en los vegetales y minerales de leve impacto medioambiental. Excluye todo ingrediente y toda técnica potencialmente tóxica para la naturaleza, el ser humano o los animales.”
El segundo pilar es la COSMÉTICA SANA: “respeta la salud de la persona, de los reinos vegetal y animal, respeta sus ciclos de vida. No causara toxicidad ni a corto ni a largo plazo. Se preocupa por no alterar las funciones fisiológicas del organismo. En caso de duda sobre el impacto sanitario de un producto, la Slow Cosmétique aplica el principio de precaución y se conforma con las alternativas disponibles. Excluye los experimentos con animales, así como la explotación animal que provoque sufrimiento o muerte.”
El tercer pilar es COSMÉTICA INTELIGENTE: “Reconoce las necesidades dermatológicas fundamentales de la piel, en particular la limpieza, la hidratación y la protección respondiendo a ellas con productos o hábitos sensatos evitando diversificarlos sin necesidad. Para ello, utiliza fórmulas sencillas con ingredientes nobles procedentes de recursos biodisponibles. Evita en lo posible, los ingredientes sintéticos inertes, inactivos o innecesariamente modificados, así como los ingredientes que, si bien mantienen o mejoran la salud de la piel, lo hacen en detrimento de la salud del resto del cuerpo o del espíritu. Nos invita a consumir menos pero mejor a la vez que nos incita a ponernos en contacto directamente con la naturaleza sin intentar reproducirla de forma artificial.”
El cuarto pilar es el RAZONABLE: “no formula promesas falsas imposibles de cumplir por medio de la naturaleza de un producto o un hábito cosmético. Se abstiene de “Green washing”, manipulación y cualquier forma de modificación o disimulación cuyo fin es engañar a sus interlocutores. Se vende y se compra a un precio justo que refleje la calidad real de su formulación o de su servicio. El precio es el resultado de un cálculo justo relacionado con el desarrollo del producto o del servicio, respetando los valores de la Slow Cosmétique. Promueve los conocimientos antiguos y tradicionales respetando la ética. En su elaboración, se preocupa por la mejora del nivel de vida de todos los actores de la cadena de producción. Confía en los ingredientes procedentes de la Naturaleza o de la habilidad humana, sin desear reivindicar su exclusividad (biopiratería). Es resueltamente positiva y no ansiógena, reconoce que el placer es una necesidad percibida por la humanidad como una cualidad que le invita a cultivar de manera sencilla. Incita a adoptar alternativas naturales beneficiosas tanto para el cuerpo y la belleza como para el espíritu.”
Mama Tungurahua tiene la mención Slow cosmetique. Nosotras nos hemos adherido a este movimiento porque se alinea con nuestra forma de vida y deseamos multiplicarlo. El consumo responsable también es salud. Los consumidores tienen mucho poder y es responsable usarlo en bien.
Bibliografía: