jabon biodegradable

¿El problema es el plástico o nosotros?


El primer consejo seria: evita embalajes . Caso contrario el segundo mejor consejo seria «usa las bolsas que ya tienes, otra vez y otra vez y otra vez». «Y cuando se rompan, remiéndalas o recíclalas».

Y bueno llego Julio, trayendo buenas y malas noticias.

Las buenas son que: más público se suma a la campaña: #JulioSinPlástico. Acción que nació en Australia en 2011 , y cada año motiva a consumidores de todo el mundo a pasar 31 días sin utilizar ni consumir plásticos de un solo uso, con el objetivo de reducir su consumo.

En la página  de ellos :  www.plasticfreejuly.org . Hay un test. ¿Lo has hecho? Pruébalo. Descubrirás que acciones efectivas estás haciendo tú AHORA por el planeta.

Y, las malas, que aun así con campañas y todo siguen pasando cosas, como, por ejemplo:  decides visitar un paraje natural que lo conocías como un lugar prístino: agua cristalina, árboles endémicos. Una maravilla. Y con asombro   junto con el musgo en los arboles ¡Hay fundas ¡.Otro día como eres consciente, caminas mucho y te encuentras con una horrorosa cantidad de mascarillas por doquier, a más del mencionado desecho plástico. Y eso del asunto del pan. Sí, es cierto que te dura más fresco en el plástico. Pero ¿Porque debes pedir una funda plástica adicional? Dicen que “para llevar la funda plástica”. Funda donde están los pancitos del desayuno envueltos, a veces, cada uno en plástico. Toda una “matrioska” de fundas. Para luego de unos minutos, llegar a casa y tirar todo el empaque a la basura.

Si, sin un ápice absoluto de cargo de conciencia.  ¿Pero desde cuando se hizo normal esta idea de usar y tirar?

Un poco de historia y datos.

Paradójicamente como todo invento, el polietileno se descubrió accidentalmente. Luego un ingeniero sueco descubrió que las fundas hechas con este material  eran más resistentes que las de papel, por lo que se podrían usar una y otra vez ,  y las patento en el año de 1959. La intención fue reemplazar las bolsas de papel para evitar talar árboles, y también porque salían más baratas, y para fines de la década de los 80  casi  todo el mundo las utilizaba.

De buenas intenciones esta adoquinado el cielo dicen. Esta invención resultó ser tan ventajosa y barata, que acabó generando un grave problema de contaminación.

Algunos datos en Ecuador:

Según una publicación del MAE   indica que: “En Ecuador cada persona consume aproximadamente 130 fundas tipo camiseta en un año, o 1.500 millones de fundas …[anuales]…. “ y : “Según datos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), en cada kilómetro cuadrado de océano se encuentran aproximadamente 46.000 fundas plásticas“.

También advierte sobre los lugares donde más se consume en el Ecuador:  en mercados y ferias libres el 30%  y  en tiendas de barrio, bodegas y distribuidores el 48% . Clarito esta, de quién depende bajar estos porcentajes es del consumidor.

Como última referencia, te dejamos aquí el artículo de National Geographic sobre el descubrimiento del Charles Moore en 1977. Descubrimiento nada admirable, más bien otra evidencia de la irreflexión de la humanidad.

¿Y ahora qué hacemos?

A pesar de ser el protagonista de tantos horrores, el plástico, es una solución muy eficiente en varios ámbitos de la vida. La clave es encontrar soluciones sostenibles.

Y estas vienen sencillas y   claras de quien menos nos lo esperábamos:

La solución viene del mismísimo Ing.  Thulin  Si, el  inventor de las bolsas. El   siempre llevaba en el bolsillo una bolsa de plástico.

Otro consejo ,  obvio y sencillo ,  lo da la periodista ambiental Laura Foster:  «..usa las bolsas que ya tienes, otra vez y otra vez y otra vez». «Y cuando se rompan, remiéndalas o recíclalas».

La clave es cambiar los hábitos. O sea, la solución eres tú.

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